Ambrogio Borgognone: Coronación de María. Fresco de iglesia de san Simpliciano de Milán. |
Eres toda hermosa, y no hay en ti mancha. —Huerto cerrado eres, hermana mía, Esposa, huerto cerrado, fuente sellada. —Veni: coronaberis. —Ven: serás coronada. (Cant., IV, 7, 12 y 8).
Si tú y yo hubiéramos tenido poder, la hubiéramos hecho también Reina y Señora de todo lo creado. (…) Y le rinden pleitesía de vasallos los Ángeles..., y los patriarcas y los profetas y los Apóstoles..., y los mártires y los confesores y las vírgenes y todos los santos..., y todos los pecadores y tú y yo.
(San Josemaría. Santo Rosario, quinto misterio glorioso).
El Greco (1541–1614): La coronación de la Virgen. |
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