(Lc 15,1-3.11-32):
«Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo al padre: ‘Padre, dame la parte de la hacienda que me corresponde’. Y él les repartió la hacienda. Pocos días después el hijo menor lo reunió todo y se marchó a un país lejano donde malgastó su hacienda viviendo como un libertino. Cuando hubo gastado todo, sobrevino un hambre extrema en aquel país, y comenzó a pasar necesidad. Entonces, fue y se ajustó con uno de los ciudadanos de aquel país, que le envió a sus fincas a apacentar puercos. Y deseaba llenar su vientre con las algarrobas que comían los puercos, pero nadie se las daba.
|
Bartolomé Esteban Murillo, (1617–1682): El hijo pródigo abandonado, 1660. |
Y entrando en sí mismo, dijo: ‘¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, mientras que yo aquí me muero de hambre! Me levantaré, iré a mi padre y le diré: Padre, pequé contra el cielo y ante ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros’. Y, levantándose, partió hacia su padre.
|
Edward John Poynter: El regreso del hijo pródigo. |
Estando él todavía lejos, le vio su padre y, conmovido, corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente.
|
Lionello Spada: La vuelta del hijo pródigo. |
El hijo le dijo: ‘Padre, pequé contra el cielo y ante ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo’.
|
Pompeo Batoni, (1708–1787): El regreso del hijo pródigo, 1773. |
|
Guercino (Giovanni Francesco Barbieri): Regreso del hijo pródigo, 1655. |
Pero el padre dijo a sus siervos: ‘Traed aprisa el mejor vestido y
vestidle, ponedle un anillo en su mano y unas sandalias en los pies.
Traed el novillo cebado, matadlo, y comamos y celebremos una fiesta,
porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido
y ha sido hallado’. Y comenzaron la fiesta.
|
Bartolomé Esteban Murillo, 1670. |
|
Jan Steen, (1626-1679): El regreso del hijo pródigo, 1670. |
Su hijo mayor estaba en el campo y, al volver, cuando se acercó a la
casa, oyó la música y las danzas; y llamando a uno de los criados, le
preguntó qué era aquello. Él le dijo: ‘Ha vuelto tu hermano y tu padre
ha matado el novillo cebado, porque le ha recobrado sano’. Él se irritó y
no quería entrar. Salió su padre, y le suplicaba. Pero él replicó a su
padre: ‘Hace tantos años que te sirvo, y jamás dejé de cumplir una orden
tuya, pero nunca me has dado un cabrito para tener una fiesta con mis
amigos; y ¡ahora que ha venido ese hijo tuyo, que ha devorado tu
hacienda con prostitutas, has matado para él el novillo cebado!’.
|
Michel Martin Drolling: El hijo pródigo, 1806. |
|
Rembrandt: El regreso del hijo pródigo. |
Pero él le dijo: ‘Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo;
pero convenía celebrar una fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo
estaba muerto, y ha vuelto a la vida; estaba perdido, y ha sido
hallado’».
|
Pietro Faccini, (1575 - 1602): El hijo pródigo. |
|
Jesús y el hijo pródigo. |
Gracias, cielo azul. Una preciosidad.
ResponderEliminarTodos somos hijos pródigos.
¡Feliz día!
Sí, es fácil sentirse identificada.
EliminarGracias a ti.