Federico Fiori Barocci: La Natividad, 1597. Museo del Prado. |
Caído
se le ha un clavel
hoy
a la Aurora del seno:
¡qué
glorioso que está el heno,
porque
ha caído sobre él!
Cuando
el silencio tenía
todas
las cosas del suelo,
y
coronada del hielo
reinaba
la noche fría,
en
medio la monarquía
de
tiniebla tan cruel,
caído
se le ha un clavel
hoy
a la Aurora del seno:
¡qué
glorioso que está el heno,
porque
ha caído sobre él!
De
un solo clavel ceñida
la
Virgen, aurora bella,
al
mundo se le dio, y ella
quedó
cual antes florida;
a
la púrpura caída
sólo
fue el heno fiel.
Caído
se le ha un clavel
hoy
a la Aurora del seno:
¡qué
glorioso que está el heno,
porque
ha caído sobre él!
El
heno, pues, que fue digno,
a
pesar de tantas nieves,
de
ver en sus brazos leves
este
rosicler divino,
para
su lecho fue lino,
oro
para su dosel.
Caído
se le ha un clavel
hoy
a la Aurora del seno:
¡qué
glorioso que está el heno,
porque
ha caído sobre él.
"Al nacimiento de Cristo nuestro Señor"
Luis de Góngora, 1560-1627.
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