Mi vida es toda de amor
y, si en amor estoy ducho,
es por fuerza del dolor,
que no hay amante mejor
que aquel que ha sufrido mucho.
Ocúpate de tus deberes profesionales por Amor: lleva a cabo todo por Amor, insisto, y comprobarás -precisamente porque amas, aunque saborees la amargura de la incomprensión, de la injusticia, del desagradecimiento y aun del mismo fracaso humano- las maravillas que produce tu trabajo. ¡Frutos sabrosos, semilla de eternidad!"
No hay comentarios:
Publicar un comentario