jueves, 22 de agosto de 2013

Santa María Reina

Ambrogio Borgognone: Coronación de María. Fresco de iglesia de san Simpliciano de Milán.

Eres toda hermosa, y no hay en ti mancha. —Huerto cerrado eres, hermana mía, Esposa, huerto cerrado, fuente sellada. —Veni: coronaberis. —Ven: serás coronada. (Cant., IV, 7, 12 y 8). 
Si tú y yo hubiéramos tenido poder, la hubiéramos hecho también Reina y Señora de todo lo creado. (…) Y le rinden pleitesía de vasallos los Ángeles..., y los patriarcas y los profetas y los Apóstoles..., y los mártires y los confesores y las vírgenes y todos los santos..., y todos los pecadores y tú y yo. 

(San Josemaría. Santo Rosario, quinto misterio glorioso).

El Greco (1541–1614): La coronación de la Virgen.

jueves, 15 de agosto de 2013

María es elevada al Cielo

Francisco de Goya: Asunción de la Virgen. Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Chincón.

Assumpta est Maria in coelum: gaudent angeli!  
María ha sido llevada por Dios, en cuerpo y alma, a los cielos: ¡y los ángeles se alegran! Así canta la Iglesia.

Y así, con ese clamor de regocijo, comenzamos la contemplación en esta decena del Santo Rosario: 
Se ha dormido la Madre de Dios. Están alrededor de su lecho los doce apóstoles. Matías sustituyó a Judas. Y nosotros, por gracia que todos respetan, estamos a su lado también. 

Hugo van der Goes: Dormición de la Virgen, 1480.

Pero Jesús quiere tener a su Madre, en cuerpo y alma, en la Gloria. Y la Corte celestial despliega todo su aparato, para agasajar a la Señora. Tú y yo —niños, al fin— tomamos la cola del espléndido manto azul de la Virgen, y así podemos contemplar aquella maravilla. 

Rubens: Asunción de la Virgen.

La Trinidad beatísima recibe y colma de honores a la Hija, Madre y Esposa de Dios... Y es tanta la majestad de la Señora, que hace preguntar a los angeles: ¿Quién es ésta?

(San Josemaría, del libro Santo Rosario).