miércoles, 1 de mayo de 2013

Orígenes de la devoción a la Virgen

Alejo Fernández: La virgen de los navegantes, 1536.
Como han puesto en evidencia los estudios mariológicos recientes, la Virgen María ha sido honrada y venerada como Madre de Dios y Madre de los cristianos desde los albores del cristianismo. 

En los tres primeros siglos la veneración a María está incluida fundamentalmente dentro del culto a su Hijo

Un Padre de la Iglesia resume el sentir de este primigenio culto mariano refiriéndose a María con estas palabras: «Los profetas te anunciaron y los apóstoles te celebraron con las más altas alabanzas». 

De estos primeros siglos sólo pueden recogerse testimonios indirectos del culto mariano. Entre ellos se encuentran algunos restos arqueológicos en las catacumbas, que demuestran el culto y la veneración, que los primeros cristianos tuvieron por María. Tal es el caso de las pinturas marianas de las catacumbas de Priscila: en una de ellas se muestra a la Virgen con el Niño al pecho y un profeta (quizá Isaías) a un lado; las otras dos representan la Anunciación y la Epifanía. Todas ellas son de finales del siglo II. 

En las catacumbas de San Pedro y San Marceliano se admira también una pintura del siglo III/IV que representa a María en medio de S. Pedro y S. Pablo, con las manos extendidas y orando. 

Una magnífica muestra del culto mariano es la oración “Sub tuum praesidium”, (Bajo tu amparo nosMaría.
San Teodosio y san Antonio de Kiev con María y el Niño
acogemos), que se remonta al siglo III-IV, en la que se acude a la intercesión a
Los Padres del siglo IV alaban de muchas y diversas maneras a la Madre de Dios

San Epifanio, combatiendo el error de una secta de Arabia que tributaba culto de latría a María, después de rechazar tal culto, escribe: «¡Sea honrada María! !Sea adorado el Señor!». 
La misma distinción se aprecia en San Ambrosio quien tras alabar a la «Madre de todas las vírgenes» es claro y rotundo, a la vez, cuando dice que «María es templo de Dios y no es el Dios del templo» , para poner en su justa medida el culto mariano, distinguiéndolo del profesado a Dios

Hay constancia de que en tiempo del papa San Silvestre, en los Foros, donde se había levantado anteriormente un templo a Vesta, se construyó uno cuya advocación era Santa María de la Antigua

Nuestra Señora de China.
Igualmente el obispo Alejandro de Alejandría consagró una Iglesia en honor de la Madre de Dios. Se sabe, además, que en la iglesia de la Natividad en Palestina, que se remonta a la época de Constantino, junto al culto al Señor, se honraba a María recordando la milagrosa concepción de Cristo.

En la liturgia eucarística hay datos fidedignos mostrando que la mención venerativa de María en la plegaria eucarística se remonta al año 225 y que en las fiestas del Señor -Encarnación, Natividad, Epifanía, etc.- se honraba también a su Madre.

Suele señalarse que hacia el año 380 se instituyó la primera festividad mariana, denominada indistintamente «Memoria de la Madre de Dios», «Fiesta de la Santísima Virgen», o «Fiesta de la gloriosa Madre».

(Fuente: primeroscristianos.com)

3 comentarios:

  1. Me ha encantado la.entrada!!!
    Especialmente qur nombres que en.las.fiestas del Señor se honraba a su madre, porque estamos aún decidiendo cuando celebraremos la onomástica de la pequeña María del Señor. Nos parece que o la Natividad de la Virgen (que desde qur nace es para el Señor) o la Encarnación, que es cuando María pronuncia el fiat que la confirma para el Señor...
    Ay! a ver si nos decidimos, gracias por la entrada!!!!

    besos

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    1. Las dos fechas son estupendas. Me parece tan bonito cómo la habéis llamado... Esa niña va a ser muy especial, ya lo verás. Que María la lleve siempre de su mano.
      Gracias, y besos.

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  2. Me alegra que te guste. Que la Virgen la lleve, sí. Un abrazo fuerte.

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